De hecho parezco un yo-yo, desde que tenía 14 años mi cuerpo ha tenido que soportar los cambios que yo le daba a mi gusto y antojo, por eso no se me hacía raro pasar de los 54 kg que pesaba en ese entonces a 58 kg, luego bajar a 52 y subir a 56 y así sucesivamente, el problema vino cuando crucé la línea de los 60 kg y entonces mi cuerpo ya estaba harto de ser un yo-yo y digamos que hace 2 años por mas que he tratado no he podido regresar a los 54 kg, he podido bajar a 58, no más, y regresando al día de hoy, imaginémonos como me veo con mis 66 kg, lo sé, me veo horrible.
El problema es que la gente es mentirosa, es el día de tu cumple o alguna fecha especial, te pones algo, pero lógicamente por causa de la gordura no luces bien ese vestido tan lindo que te compraste y la gente te dice " ya deja de preocuparte, se te ve bien", claro, luego comes tu propio pastel de cumpleaños y es ahi donde hacen comentarios filosos " no comas tanta torta que estás gordita".
Luego a causa de la maldita ansiedad vienen episodios de hambre incontrolable, comes, comes y comes,hasta ver que " ya no te entra nada más" y luego ahi está otra vez esa gente diciéndote "estas bien gorda" " ¿acaso no te quieres?" "mírate, tienes 17 años y sin embrago tienes cuerpo de señora", luego viene el largo rato en silencio y tú pensando" si supieran que esto es puro teatro, será la última vez que me vean gorda porque algún día me van a rogar que coma" y al mismo tiempo te dices " ¿ qué hago? lloro, me hago la sorda, me voy a mi cuarto, escucho música, etc".
El único remedio que al final del día queda es ella, Ana, la única que nos acoge a las princesas caídas, la única que nos ama hasta los huesos, la que nos dice "welcome to the perfection", a partir de hoy esa vocecita seguirá constante en mi cabeza, en mi vida, en mi mundo...
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